Ponemos mucho énfasis en empezar el año, la ropa interior roja, brindar con oro, empezar con el pie derecho… Pero, ¿y cómo empiezas el día? Que lo haces 365 días al año (o 366). Y te habla una madre que tiene que vestir, dar de desayunar y subir a un autobús con dos niños y llegar antes de las nueve al colegio, jaja. ¿Imposible empezar con calma y orden? Difícil, pero se puede hacer.
Empezar BIEN el día es uno de los pasos más importantes para tener una vida que te encante. Slow, amiga, slow, es posible: puedes crear una rutina de mañana que funcione para ti y se adapte a tu vida. Los slow mornings no son solo para las influencers de Instagram.
Tu mañana afecta al resto del día
Empezar la mañana mal o bien define el resto del día. Cierto que todo se puede redirigir pero nadie queremos arrancar con estrés, olvidos y prisas. Dormirte por la mañana y tener que salir corriendo puede ser, con gran probabilidad, el pistoletazo de salida hacia un día de esos en que todo sale del revés.
Con una rutina de mañana planeada (que, ojo, empieza la noche anterior), el estrés baja porque tienes unos pasos a seguir (aunque, como yo, no seas persona hasta que te tomas el café y son las 10h). Además, comenzarás la jornada con la mejor actitud para comerte el día.
La rutina de mañana te sube la autoestima
Los hábitos nos ayudan a cuidarnos y querernos. Puede que te parezca que no tiene ninguna relación con tu autoestima y autocuidado pero sí.
Cuando tenemos hábitos nuestra vida es más ordenada: disminuye el estrés y aumenta la paz mental, por tanto, nos cuidamos.
Cuando conseguimos seguir una rutina e implementamos esos hábitos nos sentimos realizadas y capaces y eso aumenta nuestra autoestima.
Empezar las mañanas con una rutina de hábitos te animará a seguir en esa línea el resto del día. Cuando tienes una rutina al levantarte, sabes exactamente qué vas a hacer y todo es mucho más fácil. Yo, por ejemplo, me despierto, me pongo un top y unas zapatillas y entreno en casa antes de desayunar y despertar a mis hijos. No hay ni tiempo a sentir pereza.
Cuando ya has conseguido algo a primera hora de la mañana, es mucho más fácil sentirse motivada y positiva (además, te has priorizado): te sentirás mejor contigo mismo y con más energía para vivir la vida como la quieres. Quererse también es usar bien tu tiempo para incluir lo que te hace bien.
Cómo crear tu rutina de mañana
¿Sabes cuando vas a un sitio de poké o de comida saludable y te hace un bol de comida a tu gusto? En plan: escoge esta base, 2 proteínas y 2 toppings. Pues crear una rutina de mañana funciona de manera parecida ya que el objetivo es que crees unos hábitos que funcionen PARA TI, tu situación vital y tu estilo de vida. Igual que la mejor crema hidratante es la que va a usar, la mejor rutina de mañana es la que vas a conseguir seguir.
1. La rutina de mañana empieza la noche anterior
Si por la noche preparas lo que necesitas al día siguiente evitarás olvidos, prisas y ESTRÉS (¿a qué no quieres empezar el día corriendo y agobiada?).
Prepara la bolsa con el ordenador, la tarjeta del trabajo, las llaves, la bolsa del gimnasio o la mochila de le extraescolar de tus peques…
Deja el desayuno (y el tupper) listos. Yo soy muy fan del pudding de semillas de chía y de los overnight oats.
Escoge la ropa que te vas a poner (échale un ojo a la previsión del tiempo).
Repasa la agenda del día siguiente.
2. Haz una lista de imprescindibles
Es decir, piensa qué es indispensable para ti o qué quieres conseguir además de vestirte y peinarte. Por ejemplo mi rutina básica es:
Hacer ejercicio
Meditar
Rutina de skincare
Como esto es un bol con distintas opciones, puedes tener una rutina más rápida para los días laborables y otra más larga y tranquila para los fines de semana y festivos o los días que teletrabajas.
3. ¿Cuánto tiempo tienes?
Sé realista y decide cuánto tiempo puedes o quieres dedicar a tu rutina de mañana. En mi opinión, lo ideal sería despertarte 2 horas antes de la hora de salir de casa. Yo me pongo el despertador a las 6:45 para salir de casa a las 8:30h para tener tiempo a entrenar (45 minutos aproximadamente) y meditar 10 minutos.
Truco: Si te cuesta despertarte (y hablo por experiencia) empieza pco a poco. Si ahora mismo te despiertas a las 8h pero te gustaría levantare a las 6, empieza despertándote una semana entera a las 7h. La siguiente semana, pon la alarma para las 6:30 y ve levantándote un poco antes hasta que consigas tu objetivo.
30 minutos
60 minutos
90 minutos
¡Escoge lo que mejor se adapte a tu estilo de vida! Por favor, no te compares con las demás y, sea cual sea el tiempo que puedes dedicar a tu rutina de mañana, estará bien empleado.
4. Escoge un hábito para tu salud mental
Súper importante empezar la mañana con la cabeza clara, escuchando mensajes positivos o quizás aprendiendo algo para motivarte a enfrentar el día.
Leer durante 10 minutos
5-10 minutos para organizar el día en tu agenda
15 minutos de meditación
10 minutos de journaling
5. Escoge un hábito para cuidar tu cuerpo
Moverse es terapéutico y, si lo haces por la mañana, empiezas el día mucho mejor. Ya sabes: las endorfinas. Eso sí, tiene que ser algo que te guste.
30 minutos de fuerza
Andar al aire libre media hora
10 minutos de estiramientos
20 minutos corriendo
Sea lo que sea que hagas, será super bueno para ti. Mi psiquiatra siempre ha insistido mucho en los beneficios del deporte.
6. Elige un hábito para tu salud y bienestar
Puedes escoger un hábito u otro (o incluso ir cambiando) dependiendo de cómo te encuentres y cuáles sean tus necesidades.
Decir afirmaciones: Aquí tienes mis 100 Afirmaciones para mejorar tu autoestima (que puedes imprimir y usar cada día).
Tomar té verde o tu infusión favorita
Respiración consciente
Tomar suplementos
La mayoría de estos hábitos te llevarán menos de 5 minutos.
Cómo conseguirlo
Te he propuesto que escojas hábitos de 3 áreas distintas (salud mental, cuerpo y bienestar). Sin embargo, mi consejo es que empieces poco a poco, puedes comenzar con un hábito, el que más te apetezca. Por ejemplo, levantarte, meditar y ya prepararte y desayunar. Cuando tengas un hábito integrado, puedes añadir más si el tiempo te lo permite.
La CLAVE aquí es QUERER hacerlo, tener claro el beneficio que esto supone. Hay días que me cuesta la vida ponerme a entrenar a las 7 de la mañana. Pero sé que si no lo hago en ese momento no tendré ningún momento el resto del día porque estaré trabajando en la oficina o con mis hijos. Sé que hacer ejercicio me sienta bien: rebaja mi ansiedad, me hace sentir más fuerte, me encuentro menos hinchada, me ayuda a beber más agua durante el día. Por eso, tengo claro que QUIERO hacerlo, no es una obligación sino algo que (aunque me cueste) QUIERO hacer.
Te puede ayudar organizar tu autocuidado con el Planificador de Autocuidado y Autoestima que he creado y que puedes usar TODO EL AÑO porque es imprimible y tu pones las fechas.
Es muy difícil levantarse a cualquier hora si no tienes un propósito o una razón. Si entrenar o meditar están en tu rutina, ¿por qué quieres hacerlo? ¿Es porque te sientes genial después o porque calma tu ansiedad? A lo mejor estás entrenando para una maratón o sientes que tu salud mental mejora.
Sean cuáles sean las razones ¡identifícalas! Escríbelas y describe claramente por qué estos hábitos son importantes para ti. Cuando te cueste, cuando no te quieras levantar y hacer tu rutina de mañana, piensa en tu POR QUÉ o, mejor, tenlo escrito en algún sitio que puedas ver desde tu cama.
¿Qué hábitos tienes en tu rutina de mañana? ¿O cuáles te gustaría introducir? Cuéntame, me encantará saberlo.
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