Ser una Mean Girl (es decir una ‘chica mala’) ya NO está de moda. Te lo digo yo que trabajo en una revista de moda y de tendencias sé un rato. Que lo de ser borde y distante ya no se lleva y la vida ya es lo bastante difícil e injusta a veces como para encima andar malmetiendo. ¿Te acuerdas de la canción What the world needs now is love, sweet love? Pues sigue siendo así, la vida es de las valientes que se atreven a hacer del mundo un lugar mejor. OJO: Ser maja no significa ser tonta, de eso hablamos un poco más abajo. Empecemos con el manual de la Nice Girl, es decir, una ‘chica buena’.
1.Vive y deja vivir
Será porque soy Aries, pero llevo muy mal que me digan lo tengo que hacer o que gente que no es de mi núcleo duro opine sobre mi vida. Asumo que cada uno toma sus decisiones de manera consciente y que la respuesta a “¿por qué haces esto?” será siempre “porque quiero” o “porque me hace feliz”.
Que yo te cuente que he decidido no dar el pecho a mis hijos y tú me digas que estoy equivocada y me cuentes todos sus beneficios, como si yo no me hubiese informado previamente, no conseguirá que cambie de opinión. Sólo conseguirá que me sienta incómoda y que piense que te estás metiendo donde te llaman.
Atención, que quede claro, si tú me cuentas que tú sí das pecho y lo feliz que estás de hacerlo sin juzgar mi decisión, estaré FELIZ por ti y encantada de intercambiar impresiones. Porque esa es mi máxima: me encanta que cada una viva la vida de la manera que le haga feliz. Y aunque tu manera y la mía sean distintas NO PASA NADA. Está bien. No te juzgo, me siento amenazada y espero que tú tampoco.
Puede que tú des pecho y yo no y está bien.
Puede que a mí me guste vivir en el centro y a ti en un pueblo. Y está bien.
Puede que tú vayas a misa los domingos y yo no sea Católica. Y no pasa nada.
Puede que yo no beba y tú sí (o al revés). Y no pasa nada.
Puede ser que mi película favorito te parezca una basura. Y no pasa nada. (Tampoco me lo digas así, por favor jajaja).
El truco es fácil: RESPETO.
1.1.Respira, no te enfades
Veo a mucha gente muy crispada. Si no sabes de qué te hablo abre Twitter, creo que con 5 minutos tendrás suficiente. Hay mucha mucha gente que se enfada porque los demás no piensan igual. ¿Por qué nos enfurece tanto cuando alguien no está de acuerdo con nosotros? Hay personas que se sienten cuestionadas o atacadas por las opiniones de los demás. ¿Si tu amiga no bebe significa que está atacando tu decisión de beber alcohol? Pues probablemente NO. Respira, no te enfades, no va contigo. Y si alguien te cae mal de verdad, no le dediques ni tiempo ni energía en tu vida.
2.No hace falta opinar de todo
Eso es algo que aprendí de mi marido y que, al principio, no entendía. Hay una frase muy fea (pero muy verdadera): “Las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno y probablemente no quiero ver el tuyo”. La imagen es horrible, lo sé.
Me vuelvo a explicar: me encanta tener conversaciones e intercambios de opiniones con mis amigas y la mayoría de la gente. Me refiero a opiniones que nadie de te ha pedido.
Mostrar parte de mi vida en redes sociales no te da permiso para soltar cualquier cosa como si detrás no hubiese una persona.
Por favor, no digas por redes o por mensaje lo que no dirías a la cara.
No hace falta que te metas en conversaciones a las que no has sido invitada. Y si crees que tienes algo que aportar, introdúcete en la conversación de manera educada.
Si he preguntado a María, me gustaría que me contestase María. Si me han preguntado a mí, me gustaría poder contestar yo.
Antes de hablar, suelo hacerme 3 preguntas sobre lo que voy a decir:
¿Es verdad?
¿Voy a decirlo de una manera amable?
Y el último filtro: ¿ES NECESARIO?
De verdad, es una buena guía que me evita muchas meteduras de pata y discusiones y me gana mucha paz mental. Obviamente, hay veces que hablo sin pensar, se me llevan los demonios y discuto. Todos somos humanos, pero aprender de nuestros errores es nuestro superpoder.
2. 1. Sí, esto también se refiere a cotillear
Cotillear y criticar es deporte nacional (al menos en España). Quizás es una de los aspectos que más me ha costado trabajar. Criticar a alguien (a sus espaldas) da esa satisfacción de tener la razón (ya que esa persona no se puede defender) y de sentir cierta superioridad moral. Pero, ¿sabes qué? Esa energía negativa, solo te afecta a ti, el veneno se queda contigo y la persona a la que estás criticando está feliz viviendo su vida. Criticar solo puede traer malentendidos y malas vibraciones. Comentar con una amiga “pero qué vestido tan feo llevaba hoy (insertar nombre)” no aporta absolutamente nada bueno. Verás como cuando dejes de hacerlo, te sentirás más ligera.
3.Practica la empatía
Cuando le explico la empatía a mis hijos siempre les digo que es el superpoder de ponerse en el lugar del otro. Cuando nos imaginamos cómo se siente la otra persona es más fácil tener paciencia, ser más amables y, sobre todo, practicar esa máxima maravillosa que es: trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti.
Si una amiga tiene a un familiar enfermo o está pasando una época de mucho trabajo, ponte en su lugar: no te enfades si te cancela una cita.
La empatía no solo es para los malos momentos. Si una amiga recibe un regalazo de su pareja, buenas notas en un curso o una felicitación en el trabajo, ponte en su lugar: felicítala de corazón.
Lo que me lleva al siguiente punto:
4.Escuchamos, no juzgamos
Seguro que has leído mil y una veces esa frase que dice “nunca sabes las batallas que alguien está librando”. Pues efectivamente, ten empatía, no saques conclusiones apresuradas y no sueltes juicios sin pensarlos dos veces.
Efectivamente, todas éramos madres maravillosas antes de serlo: nuestros hijos no iban a comer azúcar hasta los 18 años ni a ver una pantalla en su vida. Pero sabes qué, hay veces que un capítulo de la Patrulla Canina te puede salvar de colapso a mental. ¿Sabes cómo se siente esta madre? Escucha, no juzgues.
Por supuesto, tú no dejarías que tu pareja te tratase así. Porque tú siempre has estado con gente perfecta. ¿Seguro? Si la pareja de tu amiga no comparte tareas, es celosa o parece que sus hijos no son suyos. Escucha, no juzgues. (Y apóyala y aconseja si te lo pide).
Que un día llegas a casa y en vez de hacerte una comidita sana, te pides McDonalds porque no puedes con tu vida. Escucha, no te juzgues. Porque sí, también nos juzgamos a nosotras mismas.
Como ya hemos dicho, cada una vive la vida a su manera, no hace falta que opinemos de todo y practicar la empatía nos hace entendernos mejor.
5.Brilla y deja brillar
La gente brillante se rodea de personas brillantes y no tiene miedo que le hagan sombra. Solo las personas mediocres quieren apagar el brillo de los demás: critican, no se alegran, no felicitan… A veces, todas sentimos envidia. Tranquila, no es que seas mala persona, es inseguridad, pero hay que trabajarla. El talento NO es un pastel. Que alguien tenga talento no te lo quita a ti, hay para todas (y la sororidad es lo mejor que hay).
Cuando alguien reciba un halago, una buena noticia, un golpe de suerte, un triunfo…
Alégrate genuinamente.
Si aún no estás en ese punto, felicítala aunque no lo sientas del todo. La práctica lleva a la perfección.
En vez de sentir envidia, INSPÍRATE. Te cuento un secreto muy guay: si es posible para ella, es posible para ti. Y tienes a una persona a la que le puedes preguntar cómo lo hizo e incluso pedir consejo.
La norma de los 5 segundos
Esta regla también se la he contado a mis hijos de 8 y 4 años. Es algo que todo el mundo entiende y es muy fácil de practicar.
Para empezar, no se comenta el aspecto físico de las personas (todo el mundo tiene espejos en casa). Por supuesto, sabemos que no hay que hacer comentarios negativos, pero a veces lo que parece un comentario positivo también puede hacer mucho daño. Recuerdo perder más de 10 kilos y tener problemas con la comida y cuando oía “qué delgada estás, qué guapa”, se reforzaba la idea de que ese el camino correcto. Y no, no lo era, porque estaba sufriendo.
Ahora que esto ya está claro. Solo comentaremos el aspecto de la gente si es algo que se puede solucionar en 5 segundos. Por ejemplo:
“Has subido un poco de peso”: ¿Se pueden perder 3 kilos en 5 segundos? Entonces, nos quedamos calladas.
“Querida, tienes algo entre los dientes”. ¿Se quita en 5 segundos? Sí, y la persona a la que se lo digas te lo agradecerá.
“Uy, te quedaba mejor el pelo rubio que tan oscuro”: ¿Teñirse en 5 segundos? Complicado lo veo.
“Te has dejado la etiqueta puesta en esta camiseta nueva”. En 5 segundos está cortada, información que podemos dar sin problema.
Tips para ser maja en el trabajo
Es así, la familia no se elige. Tus compañeras de trabajo tampoco. Habrá gente que acabará siendo tu amiga, otras con las que trabajarás bien y, finalmente, esas personas que te molesta hasta que respiren. Y tienes que ser maja con todas, porque al trabajo no se va a hacer amigas, sorry.
Si alguna compañera comete un error (o hay algo con lo que no estás de acuerdo), habla con ella primero A SOLAS. Es un claro ejemplo de tratar a los demás como te gustaría que te tratasen. Para señalar un error o un desacuerdo no hace falta ponerlo en un mail con todo el equipo en copia, ni en el grupo de Slack/WhatsApp o en una reunión con 15 asistentes. Habla con esta persona y juntas podéis ver si hay que escalar la situación o podéis resolverla sin ayuda.
Ocúpate de tu parte y respeta los límites. A menos que te afecte directamente, no hace falta que opines del trabajo de los demás o que metas baza en conversaciones que oigas en la oficina.
Di “buenos días” cuando llegues y “hasta mañana” cuando te vayas. Parece básico, pero hay quien a veces se olvida de primero de educación. Pregunta a tus compañeras por sus hijos enfermos, por su padre al que tienen que operar, por el gato que ha tenido que llevar al veterinario, por esa primera cita… No cuesta nada, te llevará 10 minutos y se creará un buen ambiente de trabajo.
No cotillees. Igual que en la vida en general, el cotilleo y el critiqueo no llevan a nada bueno, pero es que además en el trabajo es un espacio aún más reducido. Todo se sabe y se crea mal rollo.
Tips para ser una madre maja (con las demás madres)
No juzgues las decisiones de las demás. Cada una intentamos ser madres lo mejor que podemos. Consejos, ayuda, críticas constructivas, ok. Juicios gratuitos ya tenemos suficientes, gracias.
Cuando los niños comparten espacio (en el colegio o en el grupo de amigos), surgen los conflictos. Es normal y hay que ayudarles a resolverle. No puedes juzgar o medir el comportamiento de un niño como si fuese un adulto (recuerda, el adulto eres tú): son niños, están aprendiendo, se equivocan. Nuestro trabajo es ayudarles y NO etiquetarles. No hay niños malos (a menos que tengan un problema grave).
Echa una mano siempre que puedas (sin sobrecargarte). Si tienes hijos y no tienes a los abuelos cerca, sabes que tus madres-amigas o amigas-madres son tu tribu. Para recoger a una niña cuando llegan tarde a recogerla, para traer merienda para más de una, prestar un disfraz a la familia que se ha olvidado, para invitar al cumpleaños ese niño que tiene pocos amigos. No cuesta nada y marca mucho la diferencia.
Antes de irnos un recordatorio…
Ser maja no significa ser tonta ni que se aprovechen de ti. Puedes ser muy maja y:
decir que no.
priorizar tus necesidades.
poner límites.
no estar de acuerdo con otras personas.
ser honesta.
llamar la atención cuando alguien no se está comportando bien.
alejarte de relaciones/situaciones/ambientes tóxicos.
cometer errores.
no dejarte pisotear.
proteger tu espacio y tu tiempo.