Cómo practicar el autocuidado en redes sociales (te digo yo que deberías)
En redes sociales y en cuanto al uso del móvil en general.
Tengo que admitir que la tecnología me hace la vida mucho más fácil: me permite entrenar en casa, no volverme loca para pagar el ticket del aparcamiento, salir sin dinero, consigue que no me pierda ni conduciendo ni andando gracias al GPS, puedo chequear mis cuentas bancarias, pedir la compra y, sobre todo, comunicarme con la gente que me importa (incluso con la que me importa un pepino). Sin embargo, la tecnología me da miedo (y mira que se me da bien) porque siento que me controla ella a mí y no yo a ella. Sé que me provoca adicción.
Para ir a dormir, dejo el móvil fuera de la habitación, porque si no, lo primero que haría por las mañanas sería cogerlo (y lo último por las noches dejarlo). También lo aparto a la hora de comer porque mis hijos ya empiezan a reclamar que miro más al móvil que a ellos. Partamos de la base de que toda la humanidad hasta recientemente había vivido sin estos dispositivos y la generación 100% digital es aún muy joven. Nuestros cerebros no están preparados ni adaptados a esta cantidad de estímulos ni a la adicción que causan (por muy adultos que seamos). Atención, no estoy en contra de la tecnología, soy la mayor fan del GPS, de hablar por Whatsapp, de las apps de entrenamiento y preguntar a Google. Pero creo que la tecnología nos está dominando y debería ser al contrario.
¿A quién no le ha pasado…?
Perder la noción del tiempo haciendo scroll infinito en Instagram, Twitter o TikTok.
Comparar su vida con los minutos de vida que ves en redes sociales.
Tener FOMO y pensar que tu vida es aburrida.
Creer que todo el mundo se hace rico trabajando media hora al día y tú eres la única boba que no sabe cómo salir del 9 to 5.
Con una sola búsqueda en Google encontrarás cientos de artículos relacionando las redes sociales con la depresión y una peor salud mental. ¿Y qué hacemos? Hay gente que opta por abandonar las redes al 100%, pero también puedes poner límites en tu vida digital para que tu experiencia online sea algo positivo.
1.Escoge bien el contenido que consumes
Igual que en la vida física, eres lo que comes. También en las redes sociales, te alimentas de lo que consumes. Cualquier cosas que te haga sentir mal o compararte negativamente tiene que irse. Igual que no invitarías gente que te cae mal a tu casa, no les invites tampoco a tu espacio digital. Que el mundo online te sirva para inspirarte, aprender y desconectar. Dale al restringir, dejar de seguir y al bloquear sin ningún miedo.
2.No te compares
Todas lo hemos hecho y nos hemos sentido mal: porque siempre hay alguien que tiene más dinero, más vacaciones, más ropa, más hijos, más amigas o casas más grandes. Número uno, esto siempre va a ocurrir. Pero, número dos, en redes sociales, todo lo que estás viendo y que te hace sentir tan mal es solo una pequeña parte de lo que hay. Ojo, incluso puede que sea todo MENTIRA. Edición, filtros, regalos, publicidad: todo forma parte del día en el mundo online. Si ves que no consigues dejar de compararte, corta con las redes durante un tiempo y céntrate en agradecer y fijarte en lo maravilloso que hay en tu vida. Que lo hay, y mucho.
3.Contar likes y followers
Esto es un poco como el peso, si te obsesionas con un número y te agobia perder seguidores (de la misma manera que te puede agobiar ganar kilos), Houston, tenemos un problema. Si te dedicas a redes sociales, necesitarás un plan de marketing, pero si eres una simple mortal y estás preocupada por los followers, te puede servir valorar la comunidad que tengas por pequeña que sea e interactuar más con tus amigas de carne y hueso.
4.Siempre puedes poner límites de tiempo
Poner límites is always a good idea, ya sea en la vida real, con tus amigas, parejas, en tu trabajo y obviamente en tu presencia online. Yo dejo el móvil lejos de mí para los momentos en familia y para ir a dormir (lo que evita que lo primero que haga es coger el móvil al despertar). También puedes ponerte un límite de scrollear en redes sociales, por ejemplo, 30 minutos de Instagram y a otra cosa, mariposa. ¡Ah! Importante, pon también una hora en la que el móvil se va “a dormir”. Hay quién lo deja a las 19h de la tarde, otras al las 21h. Un par de horas antes de ir a dormir es ideal.
5.El modo No Molestar puede ser tu estado natural
Una vez lo descubras puede que no haya vuelta atrás. Obvio, es difícil no prestar atención a tu móvil si estás siendo bombardeada por notificaciones continuamente. Paso uno, desactiva las notificaciones. Paso dos, puedes configurar el modo No Molestar para que solo te lleguen mensajes y llamadas de las personas a las que escojas. Por ejemplo, en mi modo Trabajo solo me puede contactar, mi marido, el colegio de los niños, mis padres y mi directora. Todo lo demás puede esperar. Confirmo que te acostumbras enseguida a vivir con ello.
6.No estás de guardia
A menos que seas cirujana y estés de guardia, no necesitas contestar el 99% de los mensajes al momento. Cierto, a veces si no lo hacemos se nos olvida, pero siempre puedes dejarlos en “No leído” y contestar cuando te apetezca. Hay una personalidad que es contestar mensajes varios días después y es la mía. La disponibilidad constante no es libertad, es una trampa, amiga.
7.Educación, por favor
Sorry but not sorry: el anonimato que nos dan los móviles no es una excusa para comentarios hirientes y críticas destructivas. Si no te gusta alguien, simplemente no le sigas y no veas su contenido, las redes sociales no deberían ser un vertedero de veneno, juicios y ataques personales. Tampoco me vale eso de “es que se exponen”. También salimos a la calle y no significa que pueda venir cualquiera a insultarte y a juzgar tu manera de vivir. Lo que no dirías a la cara, no lo digas en redes. Vive y deja vivir. Consejo: si recibes mensajes hirientes, no te enzarces, la mejor estrategia siempre es borrar, bloquear, ignorar y seguir con tu vida. No queremos ese tipo de energía.
Los 11 mandamientos de la vida digital
(de Sara Kuburic @millennial.therapist)
No pasaré más de dos horas al día en redes sociales.
No usaré el teléfono en la cama.
Dejaré de seguir cuentas que no me hagan sentir bien.
Bloquearé a quien deje comentarios groseros o hirientes.
No usaré las redes sociales para espiar a mis ex-parejas.
Publicaré lo que me dé alegría, en vez de buscar aprobación.
Haré un retiro de redes sociales cada 3 meses.
No publicaré fotos o vídeos de otras sin su permiso.
No escribiré nada que no le diría a alguien a la cara.
Coger el móvil no será lo primero que haga por las mañanas.
Si siento que las redes sociales están afectando negativamente mi salud mental borraré las aplicaciones.
Vacaciones de redes sociales
Importante, y ya hay muchas influencers y personas que se ganan la vida en redes que igual que se toman unas vacaciones en verano, desconectan también del mundo digital. Quítate el mail, sal de chats (siempre puedes volver a entrar), apaga las notificaciones, borra apps, lo que necesites. Parar es bueno para tu salud mental y volver a conectar con el mundo físico, la naturaleza, la gente, tu cuerpo.
Hola que tal, traté de acceder a los PDF para descargar pero al poner mi correo me sale error.