Para triunfar, tienes que descansar
Descansar cada día te hacer recuperar la alegría de vivir.
No es ningún secreto: estamos en la Era del Gran Agotamiento (no, esta no salía en The Eras Tour). Os lo cuenta muy bien mi compañera Blanca de Almandoz en este artículo. Hables con quien hables, estamos todas agotadas: de trabajar, de intentar hacer ejercicio y de ser adultas, de criar en un país que no es para madres, incluso de salir (atención). Lo repito muchas veces: nuestro estilo de vida actual no es compatible con la vida. No estamos preparados para esta velocidad y esta infinidad de estímulos. Necesitamos frenar y descansar. Y lo sé, en muchos casos hacerlo casi se siente como un privilegio.
Socialmente, tenemos la idea equivocada de que para tener ÉXITO, tenemos que estar continuamente trabajando, viajando, acudiendo a eventos, yendo a fiestas, cenas, workshops, afterworks, cumpleaños infantiles, casas rurales el fin de semana… No me extraña que nos sintamos abrumadas, estresadas y quemadas. Pero, ¿cómo vas a llegar a tu definición de éxito si estás agotada y vibrando tan bajo? Por favor, deconstruyamos esta percepción de que el éxito es estar siempre ocupada. El descanso, el espacio para ti, el tiempo para los demás sin prisas, sentirte realizada, son importantes, VITALES.
¿Somos adictas a estar ocupadas?
Dime, ¿qué contestas cuando te preguntan cómo estás? “Pues a tope de cosas”, suele ser la respuesta más habitual. Hacer ejercicio, llevar y recoger a los niños, trabajar, hacer la compra, las extraescolares, los médicos, los eventos, las reuniones del cole, ver a tus amigas, la manicura, ir al cine con tu pareja, una comida de trabajo, un cumpleaños el fin de semana: todo esto puede incluirse en una semana incluso no demasiado ocupada (a nuestro parecer).
¿Cuándo nos tomamos un rato para hacer nada? Porque incluso el ocio nos pone deberes: estar al día con la serie, ver a tus amigas, que los peques socialicen. Y cuando NO hacemos nada entramos en pánico. Oh dios mío, me he echado una siesta de media hora. No he hecho nada en toda la tarde. No tengo planes para el fin de semana. Pues bien por ti, DESCANSAR es obligatorio.
Obviamente, avanzar y progresar nos hace felices. Cuando crecemos y alcanzamos objetivos, nos sentimos realizadas, orgullosas y satisfechas y con una misión en la vida. Perfecto, ¿pero podemos hacerlo con un poco más de calma? Podemos. Necesitamos para poder seguir. Igual que todas las noches necesitamos dormir (¡8 horas!) para continuar al día siguiente.
El elogio de la Workaholic
Socialmente se aplaude ser una adicta al trabajo. De hecho, se espera que nos autoesclavicemos y demos el 100%, seamos proactivas (esa palabra) y flexibles (es decir, que hagas horas extras a cambio de nada) y que nos definamos por nuestra profesión y logros en ella. Idolatramos a las que parece que llegan a todo (normalmente sin conocer la historia entera).
Te voy a hacer una pregunta: para ti, ¿qué es tener éxito? ¿De verdad es estar todo el día corriendo, intentando llegar a todo, sentirte estresada y abrumada sin tiempo para disfrutar? ¿O crees que se parece más a disfrutar de la vida también fuera del trabajo? Incluso si estás emprendiendo, estudiando una carrera o un curso o intentando conseguir un ascenso es importante no dejarte llevar por tendencias workaholicas.
Para triunfar hay que descansar
¿Cuántas veces alguien te ha dicho orgullosa que está a tope de cosas como si fuese algo bueno? A ver, no me malinterpretes, no hay nada de malo en esforzarse, en trabajar duro. Pero hay una diferencia entre el esfuerzo y el burnout. Es posible estar muy ocupada una temporada, tener que esforzarte muchísimo durante un tiempo, pero no debe convertirse en una manera de vivir.
Es decir si estás arrancando un proyecto, lanzando algo, y te queda poco para poder hacerlo es normal que estés emocionada y lo des todo. Sin embargo, cuando el objetivo esté cumplido es momento de descansar y es clave para tener éxito: el descanso es parte vital de crear (lo que sea, un negocio, una familia, una vida que te guste). Sí, descansar es productivo ya que evita que agotes pero también te permite conectar con tus necesidades a través del autocuidado y estar presente en tu vida real.
El ejemplo de la Madre Naturaleza
Todo en la naturaleza son ciclos que nos muestran la importancia del descanso: las fases de la luna, las estaciones, el ciclo menstrual. Y todas tienen algo en común: tiempo de reposo.
Tomemos las estaciones como ejemplo:
La primavera es el momento de los nuevos comienzos, del renacimiento, de las flores floreciendo, de planear la creación de algo nuevo.
El verano es la estación de la energía, queremos estar al aire libre y estar activos.
En otoño empezamos a recogernos porque… winter is coming.
Y finalmente, en invierno es el momento del descanso (por eso nada crece en invierno), de hibernar, de frenar. En nuestra sociedad actual, realmente, no lo hacemos. ¿Pero no notas que el cuerpo te lo pide (con toda la confianza de que el renacimiento llegará en primavera)?
Cuando termines un proyecto, logres un objetivo o cierres una etapa, sé consciente y tómate un tiempo para celebrar, disfrutar el fruto de lo sembrado y descansar. Pero no solo al final de un proyecto, sino también al final del día, al final de una semana, al final de sea cual sea el ciclo. No puedes “plantar” todo el año, el suelo necesita tiempo de descanso.
Pero fíjate, que no, que nos cuesta muchísimo descansar y desconectar porque sentimos que hacemos algo mal si no estamos produciendo. Acuérdate de la naturaleza y de diosa que también descansó al séptimo día. Obvio que esta carta tampoco es una apología de estar todo el día tumbada en el sofá, pero sobreexplotarte no es necesario en absoluto. Atención, que en el tiempo de descanso puedes llegar a tener las mejores ideas.
El descanso NO es un premio
Es una necesidad. Descansar es parte de hacer. Descansar tiene que convertirse en un hábito libre de culpa en tu día a día. Aunque no hayas terminado la lista de tareas (porque eso nunca ocurrirá). El descanso debería ser algo intencional y no una obligación cuando petamos y no podemos más. ¿Qué es lo que te llena cuando no estás trabajando o realizando tareas? Identifica lo que te carga de energía: socializar, la naturaleza, escribir, tu momento spa, estar con tu familia, leer… Una vez sepas qué es el descanso para ti (además de dormir 8 horas) haz lugar para ello en tu agenda. Por ejemplo, yo leo media hora antes de dormir (si puedo más, pues más, claro). Sin obsesionarse con la planificación, pero bloquea tiempo para recargar.
Tipos de descanso
Físico: Dormir, echar una siesta, yoga, estiramientos.
Mental: Pausas en el trabajo, el mindfulness.
Sensorial: Evitar ruido, pantallas, luces, multitudes de gente, pasar tiempo sola y en espacios tranquilos.
Creativo: Ir a una exposición, estar en la naturaleza.
Emocional: Poner límites, expresar sentimientos, no reprimir emociones.
Social: Pasar tiempo sola, quedar con personas que te energicen, alejarte del drama.
Espiritual: Meditar, rezar, conectar con la naturaleza.
RESUMEN
Estar ocupada todo el tiempo no lleva al éxito, lleva al agotamiento.
Para triunfar, hay que descansar.
La Madre Naturaleza también descansa.
Descansar no es un premio, debería tener espacio en tu día a día.
ESTO TE INTERESA
Para subir tu autoestima
En Instagram
En Glamour
¿Qué es el retinol? Fácil: el mejor ingrediente para evitar y eliminar arrugas de tu piel
Estos son los peinados que llevarás según si eres moderna, boho, pija…
Estos gadgets faciales pueden ser el secreto de una piel divina
Trucos para conseguir unas pestañas largas y curvadas como las ‘celebrities’
Laminado de cejas: qué es, cómo se hace y por qué querrás hacértelo