Journaling para subir la autoestima y brillar más que tu signo solar
Una dosis de escritura mágica para activar tu glow emocional.
¿Y si te dijera que un boli Bic (o el boli rosa con purpurina) puede ser tu mejor aliada para quererte más? Hay rituales que cambian vidas, y el journaling —sí, eso de escribir lo que sientes, piensas o sueñas— es uno de ellos. Puede que al principio te suene a diario adolescente (con candado y todo), pero lo cierto es que escribir sobre ti misma puede convertirse en el acto de amor propio y autocuidado más potente de tu rutina. Porque cuando te escuchas, te entiendes; y cuando te entiendes, te cuidas. ¿Y no va de eso la autoestima?
¿Qué es el journaling y cómo te ayudará a quererte más?
El journaling es el hábito de escribir de forma consciente sobre lo que pasa por tu mente y tu corazón. Pero no se trata solo de volcar lo malo o hacer listas infinitas de tareas: se trata de darte espacio, validar tus emociones y conectar con esa versión de ti que a veces olvidas entre reuniones, scroll y fechas de entrega. Al escribir, te vuelves tu mejor amiga. Y eso, querida, es el primer paso para subir tu autoestima al cielo (con parada en las estrellas). Por eso te propongo 5 ejercicios de journaling para que empieces a reservarte un ratito para ti.
5 ejercicios de journaling para subir la autoestima
Tu línea del tiempo brillante: Dibuja una línea en tu cuaderno que represente tu vida y marca cinco momentos en los que brillaste con luz propia. No tienen que ser épicos: puede ser el día que te atreviste a hablar en público, cuando te cortaste el pelo como te dio la gana o cuando dejaste ir algo que ya no te hacía bien. Ver tu evolución te hará darte cuenta de lo lejos que has llegado.
Cartita de amor (a ti misma): Coge tu libreta favorita (esa que tiene stickers o huele a nuevo) y escríbete una carta como si fueras tu mejor amiga. Empieza con un “hola preciosa” o “mi querida tú” y date permiso para expresarte con cariño, sin filtros ni exigencias. Dile lo orgullosa que estás de lo mucho que has crecido, recuérdale (a ti) todo lo que ha superado, incluso lo que nadie más vio: ese día que no lloraste en público aunque estabas rota, esa vez que seguiste adelante cuando lo fácil era rendirte. Termina con un “te quiero” firme y claro. Léela en voz alta. Recuérdala cuando lo olvides.
Lista de logros no obvios: A veces creemos que solo cuenta lo grande: un ascenso, un máster, una maratón. Pero… ¿y todo lo que has hecho en silencio? Haz una lista de esos logros que no están en LinkedIn pero sí en tu alma. Ejemplos: decir “no” cuando querías decir “no”, ir sola a ese plan que te daba ansiedad, salir a la calle un día en que todo te pesaba. Esos logros son pura autoestima. Valídalos, reconócelos y date crédito. Bonus: márcalos con corazoncitos o stickers dorados. Porque lo valen.
¿Quién eras a los 10 años? Viaja a tu versión de los 10: ¿qué te gustaba hacer? ¿Qué soñabas ser? ¿Cómo te expresabas cuando aún no te preocupaba el qué dirán? Describe a esa mini tú con detalle. Tal vez jugaba a ser cantante con un cepillo, hacía dibujos por horas o creía que podía cambiar el mundo. Ahora pregúntate: ¿cómo puedes honrarla hoy? Tal vez bailando por la cocina, volviendo a escribir sin juicio o creyendo en ti como ella creía. Esa niña aún vive en ti y solo quiere que no te olvides de ella (ni de lo mágica que eras).
Reescribe tus creencias: Identifica un pensamiento que repites sin querer, de esos que te bajan la autoestima. Puede ser “no soy suficiente”, “nunca hago nada bien” o “seguro que molesto”. Escríbelo y míralo con compasión, como si lo dijera una amiga tuya. Ahora… transfórmalo. Escribe justo lo contrario, algo que te empodere: “soy más que suficiente”, “estoy aprendiendo y eso está bien”, “tengo derecho a ocupar espacio”. Hazlo mantra, hazlo verdad. Escríbelo en grande, en cursiva, en rotulador rosa si quieres. Repítelo hasta que empiece a calar. Porque, spoiler: tú no eres tus pensamientos, tú eres quien los puede reescribir.
5 journaling prompts para subir tu autoestima
¿Qué es lo que más me gusta de mí (física o emocionalmente)?
¿Qué haría hoy si me sintiera 100% segura de mí?
¿Qué me hace sentir viva y en conexión conmigo misma?
¿Cuándo me he sentido más poderosa y por qué?
¿Cómo me hablo a mí misma... y cómo puedo hacerlo con más amor?
En resumen: tu cuaderno de journaling puede ser el spa emocional que no sabías que necesitabas
Date permiso para escribirte bonito, quererte mucho y brillar sin pedir permiso. El journaling no es solo un hábito aesthetic que queda bien en Instagram —aunque una libreta mona siempre suma—, es una herramienta íntima y poderosa para reconectar contigo misma. No necesitas escribir perfecto, ni todos los días, ni tener respuestas claras. Solo necesitas darte el permiso de parar y escucharte. Porque cuando escribes, te validas, te descubres y te abrazas desde el papel. Y créeme: no hay nada más sexy que una mujer que se conoce, se respeta y se elige cada día. Así que ya sabes… papel, boli (con brilli brilli, por favor) y a escribirte bonita. Tu yo del futuro te lo va a agradecer.





Me ha caído perfecto esto, desde hace días me ha estado rondando la idea de empezar en el journaling 💗
Amo el journaling 🥰 Llevo años escribiendo en diarios y siempre ha sido terapéutico. Escribí hace poco un post sobre mis diarios porque he acabado teniendo varios, con distintos propósitos, y lo que está sucediendo últimamente es que acabo dibujando en ellos, no sólo escribiendo. Es genial ❤️