Por qué tener buenas amigas te salvará la vida 💕
Rodéate de mujeres maravillosas: reinas que no compiten, se coronan juntas. 👑
No voy (ni puedo negarlo) soy una girl’s girl. Me encanta estar rodeada de chicas, en concreto de mis amigas y de mujeres inspiradoras a tope. Tranquis, convivo sin problema con los hombres, estoy casada con uno, y de pequeña jugaba en el equipo de fútbol en los recreos. Pero es así, para mí, la amistad femenina es pura magia que me sostiene en las malas y me da la vida en las buenas. Siempre quise tener una hermana, y como no la tuve, me busqué mi propia familia y, ahora tengo muchas.
Tengo todas las pruebas. Mis amigas escuchan mis desahogos, me abrazan por las mañanas, me quieren y me escriben incluso en plena depresión, me hacen comida porque saben que odio cocinar, llaman a los restaurantes antes de reservar para preguntar sobre el ruido porque sorda de un oído, se quedan con mis hijos para que vaya a un funeral y cuando me toca ir a la pelu, me dejan ducharse en su casa cuando se me estropea la caldera, no se ríen de mis miedos, son mi terapia psicológica, mis compañeras de aventuras en viajes de verano y (muchas de ellas) entienden esta experiencia cósmica que es ser madre. Y yo haría lo mismo por ellas.
Pero no solo lo digo yo, lo dice la UCLA de California, la Universidad DePaul de Chicago, el IE, la revista Self y la revista Time. Tener amigas reduce el estrés y te ayuda a segregar oxitocina, mejora la salud mental (obvio), las mujeres con redes sociales sólidas tienen una presión arterial más baja, un menor riesgo de enfermedades cardíacas y, ojo, que en un estudio incluso mostraban tasas de supervivencia más altas en casos de cáncer de mama.
Te voy a contar 10 beneficios de tener amigas. Pero muy importante, para que esto funcione tienen que ser BUENAS amigas: personas que te hagan crecer, que sean sinceras contigo con todo el amor, que estén en lo bueno y en lo malo, que respeten tus límites, que defiendan tu autoestima como la suya propia.
Ahí no es si…
solo te busca cuando necesita algo, pero desaparece en los momentos difíciles.
sus “bromas” duelen, no celebra tus logros o siempre encuentra la forma de hacerte sentir menos. Si te sientes peor contigo misma después de verla, eso es una señal.
insiste en que hagas cosas con las que no te sientes cómoda o no respeta tus “no”.
compite contigo constantemente.
minimiza tus emociones o problemas.
todo son críticas, quejas o drama. Las amigas son sobre todo paz y alegría.
¿Lo tenemos claro? Pues mira todo lo bueno de tener amigas.
Te dan apoyo emocional: Y es muy importante tener a alguien en quien confíes para poder contaros lo que sentís y apoyaros en lo bueno y en lo malo. Puede que tu amiga sea la reina de los consejos o capaz de sacarte una sonrisa en cualquier situación. Lo que es seguro es que acompañada, cualquier situación se lleva mejor.
Te suben la autoestima: Porque ellas creen en ti incluso cuando tú no. Te ven con buenos ojos y más objetivamente de lo que te miras tú y conocen lo mejor de ti (y no dudarán en recordártelo). Sí, las amigas también están para celebrar los pequeños y grandes éxitos, los tuyos y los suyos. Juntas, podéis con todo.
Te ayudan a crecer: Una amiga de verdad te reta a mejorar, te da consejos honestos y te inspira a ser la mejor versión de ti misma. Pero NO compite para quedar siempre por encima tuyo, no te hace de menos ni se comparar.
Comparten las alegrías: Las experiencias felices se vuelven aun mejores cuando las compartes con alguien que se alegra de verdad por ti. Lo bueno se vuelve mejor y lo malo se pasa más fácil acompañada.
Con ellas dirás “Bye bye, estrés”: Hablar con tu mejor amiga es como un bálsamo para el alma. Te ayuda a soltar lo que te pesa, a ver todo con más claridad y hasta a respirar más profundo.
Sabes que tienes a alguien de confianza total: Saber que puedes contar con alguien que te escucha sin juzgarte vale oro. Esa paz no tiene precio.
Tienes la diversión asegurada: Con una buena amiga, hasta lo más simple se convierte en planazo. Risas, ocurrencias y momentos que se quedan para siempre.
Cuentas con una consejera de lujo: Desde un look para el finde hasta decisiones que cambian tu vida, tu amiga está ahí con cabeza fría y corazón gigante.
Te quieren tal cual eres: Con ellas no necesitas filtros. Te aceptan, te abrazan y te quieren con todo lo que eres (¡y eso es lo mejor!).
Se convierten en tu familia escogida: Con el tiempo, las amigas se convierten en las hermanas que nunca tuviste o en sisters from other misters. Siempre están, en todas tus etapas, celebrando, apoyando y creciendo contigo.
Así que sí, tener amigas de verdad es un regalo que no todas valoran lo suficiente, pero que puede cambiarte la vida. Ellas son risas compartidas en la cocina, mensajes a medianoche que te salvan el día, abrazos que te recogen cuando te rompes, y una especie de amor que no necesita grandes gestos para sentirse inmenso. Cuidarlas, nutrir esas conexiones, y agradecer su presencia es parte del encanto de esta vida. Porque cuando encuentras a tu tribu, a tu equipo de mujeres mágicas, todo se vuelve más ligero, más bonito… y muchísimo más divertido. Así que brinda por ellas, ámalas fuerte y nunca las des por sentadas. Porque entre mujeres que se cuidan, el mundo siempre es un poquito mejor.
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Vivan las amigas 😍