✨ Glow Up Daily: los miércoles hablamos de belleza
Te presento la nueva sección de esta newsletter que completará tu 'glow up': hablemos de belleza, de skincare, de maquillaje, de perfumes, de todo lo que te hace sentir bien.
¡Buenos días, bellas! 💖 Hoy Brilli Brilli brilla aún un poco más porque estrenamos nueva sección, Glow Up Daily: todas las noticias de belleza que necesitas conocer, cada miércoles en tu bandeja de entrada. Te invito a sumergirte conmigo en mi lugar favorito del mundo: el universo beauty 💅✨. Sí, ese donde los sérums son pociones mágicas, los perfumes cuentan historias, y un delineador bien aplicado puede darte más seguridad que mil charlas TED.
En esta primera entrega, te mando mi manifiesto como periodista de belleza, porque no se trata solo de cremas y maquillaje, sino de todo lo que hay detrás: autocuidado, autoestima, identidad, fantasía. Vamos a hablar de todo: maquillaje, skincare, fragancias, tratamientos faciales y corporales y también de lo que sentimos cuando nos miramos al espejo y decimos “wow, qué diosa”. Así que ponte tu gloss favorito, prepárate un matcha latte bien frío, y quédate conmigo. Esta nueva aventura que recién empieza y te hará brillar más que un iluminador en la frente a las tres de la tarde 💫.
Mi manifiesto como periodista de belleza
Nunca te voy a recomendar un producto, una marca o un tratamiento que no me guste. Es así. La honestidad y la transparencia ha sido, es y será la base de mi trabajo como periodista de belleza. Porque detrás de cada recomendación hay pruebas reales, piel testada, errores, aciertos, devoluciones y descubrimientos. No creo en los “must” impuestos ni en el hype vacío: creo en lo que funciona, emociona y me hace sentir bien. Si algo me encanta, te lo voy a contar con entusiasmo real. Si algo no me convence, también. Este espacio es para mimarnos, sí, pero también para informarte con criterio y corazón.
Seré transparente con la publicidad y colaboraciones (cuando las haya). Porque las habrá. Volviendo al punto 1, no voy a colaborar con marcas en las que no crea. Encontrarás esas publicaciones indicadas con un #ad o #publi y etiquetas de colaboración pagada en Instagram. Si ves un post patrocinado o una mención pagada, lo vas a saber. Nada de letras chiquitas ni disclaimers escondidos. Te lo voy a contar con la misma claridad con la que te digo que el SPF no se negocia o que el perfume también puede ser una armadura emocional. Las colaboraciones son parte del trabajo, sí, pero no van a cambiar lo que pienso ni lo que comparto con vosotras. Si una marca aparece en este espacio, es porque cumple con mis estándares (altos, exigentes y con muy buena vibra, obvio).
Te contaré los pros y los contras. No todo funciona para todas. Y quien te diga lo contrario está mintiendo. No hay productos milagrosos, en realidad todo es ciencia y cada cosmético tiene unas funciones concretas dirigidas a unas necesidades. No hay nada que elimine las arrugas eternamente y si parece demasiado bueno para ser verdad es que no es verdad. Te voy a explicar, con la ayuda de expertas y profesionales, qué hace cada ingrediente, para qué tipo de piel está pensado un producto y qué puedes esperar de verdad. Porque no hay cremas mágicas, pero sí hay rutinas que funcionan, texturas que enamoran y fórmulas que hacen lo que prometen (cuando sabes elegirlas). Y para que, la próxima vez que compres algo, lo hagas con información, con ganas y sabiendo que estás eligiendo con criterio (y no porque TikTok te hizo hacerlo).
Te lo contaré fácil porque yo también soy de las que se maquillan en el coche, no sabe hacerse peinados y no tiene tiempo de estudiar un grado en bioquímica. En esta época en la que vitamina C, alfahidroxiácidos y niacinamida forman parte de nuestro vocabulario habitual, es más necesario que nunca que hable tu idioma. Estoy aquí para traducirte el INCI (en la medida de lo posible), explicarte por qué ese sérum pica o por qué ese retinol no es para ti (todavía), sin palabros innecesarios ni tecnicismos que aburren hasta a la Wikipedia. Esto va de belleza real, para gente real, con rutinas caóticas, pieles que cambian cada mes y ojeras que no entienden de iluminadores. Prometo explicártelo claro, sencillo y con un toque de humor, te lo voy a contar como lo haría a mis amigas tomando un café.

Todas tendremos arrugas, no podemos detener el tiempo. Pero sí cuidar nuestra piel y mejorar su aspecto. Diré “antiedad” porque viene en el nombre y descripción de muchos productos, pero pocas palabras me gustan menos que esa. “Antiedad” es literalmente MORIRSE. ¿Os habéis fijado? Envejecer es el mayor privilegio que existe y vamos a hacerlo cuidando nuestra piel sin culpa para querernos más (sin presión). Porque cada arruga cuenta una historia, cada línea es una carcajada, una noche en vela, una emoción vivida. Y no, no necesitamos “corregirnos”, ni “rejuvenecer”, ni “parecer de 20”. Lo que sí podemos hacer es mimarnos, protegernos del sol, hidratarnos bien y sentirnos a gusto con nosotras mismas, con nuestras caras y vidas reales. La cosmética no es una máquina del tiempo, es una herramienta de autocuidado, placer y conexión con nosotras.
Nunca te diré que tienes que perder peso. Pongamos el foco en la salud en diferentes tallas. Y en la salud mental. Porque sí, estoy a favor de comer saludable (fruta, verdura, ñam), pero también de comer espaguetis, helados, croissants. Las dietas restrictivas, los “trucos para adelgazar” y los mensajes de castigo no tienen lugar en este glow up. Aquí hablamos de bienestar, de energía, de sentirnos bien en nuestro cuerpo tal y como es hoy, no en cómo “debería” ser según una talla o un estándar imposible. La belleza no es una cifra en la báscula ni una tabla de calorías: es cómo te miras, cómo te hablas, cómo te tratas. Este espacio es body friendly, food friendly y mind friendly. Porque cuidarte también es permitirte disfrutar, soltar la presión y celebrar tu cuerpo en todas sus versiones. Comer rico, moverte por placer y dejar de odiarte frente al espejo también es belleza. Aquí no venimos a encajar, venimos a brillar.

Me basaré en la ciencia y me apoyaré en profesionales de confianza. Amigas, llevo 10 años hablando semanalmente (y casi diariamente) con peluqueras, dermatólogas, médicos estéticas, farmacéuticas, nutricionistas, formuladoras, entrenadoras y toda clase de expertas beauty. No dejaré de hacerlo ahora. Porque detrás de cada tendencia hay datos, detrás de cada producto hay una fórmula, y detrás de cada consejo que te comparta habrá alguien que sabe (mucho) de lo que habla. Este no es un espacio de opiniones sin fundamento ni de “me lo dijo mi prima”: es un lugar donde la experiencia personal convive con el conocimiento profesional. Si no entiendo algo, pregunto. Si hay dudas, investigo. Y si algo cambia, te lo cuento. Porque en belleza también hay avances, estudios nuevos y mitos que se caen. Y yo estoy aquí para traducirte todo eso, con fuentes fiables y con criterio. La cosmética es placer, pero también es química, salud, piel y cuerpo. Y merece ser tratada con el respeto (y la curiosidad) que se merece.
No tienes que arreglarte por NO estás estropeada. Y me dirás, “Agnès, tía, pero si no paras de crearnos necesidades”. Puede ser, no lo niego. Pero nunca te diré que necesitas un corrector de ojeras. Solo te informaré de los que puedes usar si quieres hacerlo. De hecho, yo no me lo pongo la mayoría de días y hoy escribo estas líneas sin mis básicos más básicos: ni máscara de pestañas ni colorete. Skincare para cuidar tu piel, maquillaje cuando te apetezca, perfume para dejar rastro, ejercicio para subirte el ánimo, no para compensar nada. No estamos rotas, no necesitamos corregirnos, ni “vernos mejor” para los demás. Aquí no vas a encontrar presión, solo posibilidades. Si te hace ilusión un eyeliner con glitter a las 9 de la mañana, adelante. Y si no te apetece hacer nada, también. Este espacio no va de transformarte, sino de acompañarte con información, honestidad y libertad para elegir qué, cuándo y cómo.
Te ayudo a que te cuides sin culpa y te quieras sin presión. Porque las mujeres (especialmente las madres) siempre nos ponemos las últimas en la lista de prioridades y todo lo que sea priorizarnos y tomarnos me time, nos hace sentir culpables como si mimarse fuera un capricho y no una necesidad básica. Pero cuidarse no es egoísta, es un acto de amor propio. Y quererse no significa sentirse divina cada día, sino al menos dejar de hablarnos mal. Hay que cuidarse, hay que quererse, eso sí: sin presión. El objetivo no es despertarte sintiéndote Beyoncé cada mañana (aunque si pasa, se celebra). A veces el glow up es dormir ocho horas, lavarte la cara con calma o pintarte las uñas mientras ves tu serie favorita. No hace falta hacerlo todo ni hacerlo perfecto. Lo importante es encontrar esos momentos para ti, sin sentir que le estás robando tiempo a nadie. Porque cuando tú estás bien, todo lo demás también mejora un poquito. Aquí estamos para celebrar ese autocuidado real, imperfecto y posible.

Así que ya lo sabes: esta la nueva sección Glow Up Daily no viene a decirte cómo deberías ser, sino a recordarte todo lo que ya eres. No es una guía de belleza al uso, es una conversación entre amigas que se cuidan, se apoyan y se iluminan unas a otras. No vengo con reglas, sino con opciones. No vengo con juicios, sino con curiosidad, humor y muchas ganas de compartir todo lo que sé (y lo que sigo aprendiendo cada día). Este espacio será como ese neceser que llevas a todas partes: útil, bonito, lleno de cosas que te hacen sentir bien… y también con algún misterio en el fondo que un día descubriremos juntas.
Hablaremos de tendencias, sí. De productos, por supuesto. Pero también de dudas, inseguridades, descubrimientos y placeres cotidianos. Porque la belleza, cuando se vive sin culpa ni exigencias, tiene el poder de reconectarnos con nosotras mismas. Aquí hay sitio para el glitter, las canas, el SPF, las ojeras, los días buenos y los no tanto. No se trata de gustar más. Se trata de gustarte más tú, a tu manera.

Gracias por estar al otro lado. Te prometo siempre rigor, mimo y glow up (del que viene de dentro). Nos vemos cada miércoles. Con café, corrector... o ninguna de las dos cosas. Lo importante es que vengas como quieras. Y que sepas que aquí, tal y como eres, ya estás brillando. 💫