¿Autoestima por los suelos? 16 formas de recordarte lo increíble que eres cuando tu mente lo olvida
Trucos para recordarte lo maravillosa que eres (aunque a veces lo olvides).
Todas hemos tenido esos días en los que nuestra autoestima se va de vacaciones sin avisar: te miras al espejo y te ves fatal, dudas de ti misma hasta para elegir una camiseta, y tu confianza está más abajo que el autoestima de Bridget Jones cuando canta All By Myself con un vaso de vino en mano. Pero tranquila, porque ese bajón es normal y volverás más fuerte que una tendencia de los 90 (que diría Taylor Swift). La autoestima no es una línea recta es un viaje. Y como buena protagonista de tu propia película, tienes derecho a sentirte triste, confundida o insegura… pero también tienes el poder de volver a brillar, como Elle Woods entrando triunfal en Harvard con su look rosa y su perrito en brazos.
En la newsletter de hoy te doy 16 ideas fáciles y realistas para reconectar contigo y recordarte lo increíble que eres este lunes por la mañana. Porque no necesitas un cambio de look radical (aunque un buen eyeliner nunca está de más), solo un poco de atención, mimo y ganas de ser tu mejor versión. Así que ponte tu canción favorita, respira hondo y prepárate para un glow-up emocional.
1. Haz una playlist con canciones que te hagan sentir poderosa
No subestimes el poder de la música: Beyoncé no creó Run the World (Girls) para que la tengas ahí abandonada cuando te sientes flojita. Haz una playlist con himnos que te hagan sentir imparable, desde Express Yourself de Madonna hasta Flowers de Miley Cyrus. Elige temas que te conecten con tu fuerza interior, con momentos en los que te sentiste libre, feliz y radiante. Escúchala mientras te maquillas, caminas o doblas ropa, como si estuvieras en un videoclip dirigido por Sofia Coppola. Porque a veces, todo lo que necesitas es una banda sonora que te recuerde quién eres.
2. Hazte un look completo aunque no tengas ningún plan
¿Quién dijo que el maquillaje y la ropa flashy son solo para ocasiones especiales? A veces, lo único que necesitas para recuperar tu brillo es ponerte las alas de diva y un labial rojo como el de Marilyn Monroe. Juega con tu estilo como si fueras en camino al casting de Euphoria, aunque solo vayas al súper. Verte guapa no es superficial, es reconectar con esa parte de ti que se siente segura, con confianza en sí misma y en control. Y si encima te haces una sesión de fotos casera con tu outfitazo… boom: autoestima activada, bebé.

3. Relee ese libro que te salvó una vez (y te hará sonreír otra vez)
Todas tenemos ese libro que nos abrazó cuando más lo necesitábamos. Puede ser Mujer en punto cero de Nawal El Saadawi, Come, reza, ama o incluso la saga de Harry Potter (porque incluso Hermione tenía momentos de inseguridad que siempre superaba). Volver a sumergirte en esa historia es como tomarte un café con una amiga de toda la vida. Las palabras que una vez te hicieron sentir fuerte pueden volver a hacerlo. Saca tu lado booklover, enciende una vela y déjate envolver por las páginas que te recuerdan lo que ya sabes: eres resiliente, fuerte y mágica.
4. Limpia y ordena tu espacio como si fueras Marie Kondo
Tu habitación (o casa) es un reflejo de tu estado mental. Si está caótica, es fácil que tú también te sientas así. Pero no lo tomes como castigo: conviértelo en ritual. Pon tu música favorita de los 90, un moño en lo alto y haz limpieza de cajones como si fueses Cher de Clueless organizando su armario digital. Tirar lo que ya no vibra contigo es un acto de autocuidado. Después, añade toques bonitos: flores, la fragancia de hogar de Rosas y Champagne de G19 Organics, luces cálidas. Verás cómo tu mente respira mejor y tu autoestima se recarga.

5. Rodéate de gente que te suba, no que te baje
No estás para amigas que te hacen sentir menos. Así que haz limpieza social también. Rodéate de personas que te hablen como tú le hablas a tu mejor amiga: con amor, con apoyo y con admiración. Esa amiga que siempre te dice “tía, tú puedes con todo” vale más que mil likes en Instagram. Cultiva vínculos que te eleven, como las Spice Girls en modo Girl Power o Rachel y Monica versión 2025. Recuerda: tu energía es oro, no la malgastes.
6. Haz algo que te haga sentir orgullosa de ti (aunque sea pequeñito)
La autoestima también se construye con actos, no solo pensamientos. ¿Hace cuánto que no haces algo que te haga decir “¡Toma, lo he hecho!”? Puede ser pedir un aumento de sueldo, mandar ese mail que evitabas o aprenderte a montar una página web tú sola. La clave es la acción. Cada mini logro es una prueba de tu capacidad y una medalla invisible. Piensa en cada paso como el entrenamiento de Rocky en las escaleras del Museo de Arte de Philadelphia. El objetivo no es ser perfecta, sino sentirte poderosa haciendo lo que te da vida.
7. Desconecta de redes y conéctate contigo
Instagram, TikTok y Pinterest pueden ser fuente de inspiración… o de comparación tóxica. Si sientes que tu autoestima baja cada vez que haces scroll, dale a apagar. Haz detox digital y vuelve a ti. Coge tu libro favorito, sal a caminar, hazte un smoothie riquísimo. Vivir sin filtros (literalmente) es sanador. Recuerda: no eres menos por no tener una rutina estética perfecta o un feed armonioso. Tu vida no necesita likes, necesita presencia. Como decía Oscar Wilde, sé tú misma, porque todas las demás ya están cogidas.
8. Crea un ritual de autocuidado que sea solo para ti
El autocuidado no es solo skincare (aunque una buena mascarilla de arcilla siempre ayuda), es regalarte momentos de presencia y mimo. Crea tu propio ritual: ducha caliente, exfoliación, cremitas, velas, infusión… todo con intención. Como si fueras Cleopatra en su baño de leche o Blair Waldorf en bata de seda. Cuidarte es decirte “me importo”. Y cada vez que repites ese ritual, estás reforzando ese mensaje. No se trata de lujo, se trata de amor. Amor propio del bueno, del que no se acaba en 24 horas.

9. Celebra tus logros como si fueras tu propia fan número uno
Haz una lista con cosas que has conseguido, superado o vivido con valentía. Desde mudarte sola hasta cortar con quien no te sumaba, pasando por presentarte a esa entrevista o decir que no cuando era más fácil decir sí. Léela cada vez que dudes de ti. Eres una heroína de tu propia historia, no una extra. Reivindica tu camino, celébrate sin excusas, y recuérdate cada día lo lejos que has llegado.
10. Visualiza tu best life
La mente no distingue entre lo real y lo imaginado, así que… ¿por qué no usarlo a tu favor? Dedica unos minutos al día a visualizarte viviendo tu best life: segura, radiante y feliz. Imagina que entras a un lugar como si fueras Serena van der Woodsen: con flow, confianza y brillo natural. Visualízate consiguiendo eso que tanto sueñas y sintiéndote en paz contigo. Cuanto más lo repitas, más fácil será creértelo. Es tu mente, tú mandas. Y sí, puedes hacerlo con incienso, velas y la playlist Soy poderosa de fondo. Manifesting mode: ON.
11. Practica la empatía y la positividad
A veces, salir de tu mundo interno y dar amor afuera es justo lo que necesitas para recargar el tuyo propio. Practica la empatía con las personas que te rodean, seguramente estén pasando por su propio caos (como todas). Sé esa amiga que anima, que escucha, que abraza. Dar amor sincero, sin esperar nada a cambio, te conecta con tu luz más pura. Y ojo: la positividad no es ignorar lo malo, sino elegir dónde enfocas tu energía. ¿Referencias? Lorelai Gilmore y Elle Woods: su poder radicaba en ver lo mejor de la vida… y de ellas mismas.
12. Acepta que hablen bien de ti
Aceptar un halago no es ser arrogante, ¡es tener educación emocional! Cuando alguien te dice que estás guapa, que le encanta tu energía o que lo haces bien, lo lógico no es negarlo ni desviar el tema. Es decir “gracias” y sonreír como si fueras Zendaya en la alfombra roja. Aprende a recibir lo bonito que los demás ven en ti, porque también es verdad. Es parte de tu reflejo. La autoestima crece cuando dejas de pelearte con tu valor. Así que la próxima vez que alguien te elogie, contéstale con seguridad… y quizá hasta con una sonrisa.
13. Cambia cómo te hablas a ti misma
¿Te hablarías como te hablas cuando te equivocas? ¿Cuando no cumples algo o no estás como esperabas? Pues stop, amor. Tu diálogo interno debería ser tan dulce como un café con nata (y extra canela). Cámbialo conscientemente: pásate del “soy un desastre” al “estoy en proceso”. Usa afirmaciones: “soy suficiente”, “lo estoy haciendo lo mejor que puedo”, o “estoy aprendiendo”. Tengo un pack de 100 afirmaciones para mejorar tu autoestima que te pueden ayudar y mucho. Puedes inspirarte en la poesía de Rupi Kaur, frases de Mel Robbins o incluso en Lizzo, que cada vez que se mira al espejo se recuerda lo fabulosa que es. Haz lo mismo. Porque lo eres.

14. Sal de tu zona de confort
Tu zona de confort es cómoda, sí, pero ahí no pasa nada mágico. Salir de ella puede dar vértigo, pero también es donde ocurre el glow-up. ¿Y si hoy te atreves con eso que siempre has dejado para más tarde? Apuntarte a una clase nueva, pedir feedback a esa chica que tanto admiras, decir lo que piensas en una reunión, ponerte un look arriesgado. Sal de lo de siempre como si fueras Baby al final de Dirty Dancing, cuando se lanza al aire con total entrega (y Patrick Swayze la atrapa, obvio). Al salir de tu zona segura, descubres que puedes confiar en ti más de lo que creías.
15. Cumple tus promesas a ti misma
¿Te prometiste que empezarías algo y lo dejaste a medias? Todas lo hacemos, y no pasa nada. Pero cada promesa que cumples (por pequeña que sea) refuerza tu autoestima y vas construyendo una base sólida. Si dijiste que ibas a cuidarte más, dormir mejor o dejar de criticarte, cúmplelo por ti. Porque tu palabra tiene poder. No lo hagas por los demás, hazlo por ti. Cumplir tus compromisos contigo es un acto de respeto. Y amiga, tú mereces todo ese respeto… y más.

16. Recuerda que no todo es tan importante
En mitad del drama diario, recuerda esto: casi nada es tan grave como parece. ¿Te salió mal un plan? ¿Metiste la pata en algo? ¿Tu pelo no coopera? Respira. Esto también pasará. No todo lo que te preocupa hoy seguirá haciéndolo la semana que viene. Aprende a reírte de ti, a relativizar como hacen las protagonistas de las comedias de los 2000: desde Bridget Jones hasta Mia Thermopolis. A veces, la vida solo necesita un poco de humor, una copa de vino o y cantar gritando Don’t Stop Believin’ en un karaoke. Y todo, absolutamente todo, se hace más llevadero.

Tu autoestima no depende de cómo te ven los demás, sino de cómo te tratas tú cuando nadie te mira. Es ese gesto pequeño que te haces al verte al espejo y decidir que hoy también mereces amor, aunque no hayas cumplido todos los “deberías” de tu lista. Nadie brilla todo el tiempo, ni siquiera las estrellas de cine o las cantantes pop con millones de seguidores. Pero todas podemos aprender a reconocernos en los días oscuros, abrazarnos con ternura y recuperar el brillo desde dentro. Así que, la próxima vez que sientas que no vales lo suficiente, vuelve a este artículo, escoge un punto (o todos), y hazlo con mimo. Porque cuidarte es un acto revolucionario. Porque quererte es el principio de todo. Y porque, como diría RuPaul: “If you can't love yourself, how in the hell are you gonna love somebody else?” ¡Amén!
Para subir tu autoestima
¡Gracias por leer Brilli Brilli, bonita! Esta newsletter es tu espacio seguro para aprender a cuidarte sin culpa y a quererte sin presión (como si estuvieras hablando con tu mejor amiga mientras os hacéis la rutina de noche con mascarilla y velitas).
🌸 Los martes hablamos de mundo beauty.
🧘♀️ Los domingos, de autocuidado interior.
Y si conoces a esa amiga que necesita un empujoncito de amor propio o un truco de belleza que le cambie la vida… ¡comparte este post con ella! Que aquí siempre hay sitio para una más en el club del glow ✨💌💕